En el
corazón del bosque vivían tres cerditos que
eran hermanos. El lobo siempre andaba
persiguiéndoles para comérselos. Para escapar
del lobo, los cerditos decidieron hacerse una
casa. El pequeño la hizo de paja, para acabar
antes y poder irse a jugar.El mediano construyó
una casita de madera.
Al
ver que su hermano pequeño había terminado ya,
se dio prisa para irse a jugar con él.El mayor
trabajaba en su casa de ladrillo.
-
Ya veréis lo que hace el lobo con vuestras casas-
riñó a sus hermanos mientras éstos se lo
pasaban en grande.
El
lobo salió detrás del cerdito pequeño y él
corrió hasta su casita de paja, pero el lobo
sopló y sopló y la casita de paja derrumbó.
El
lobo persiguió también al cerdito por el bosque,
que corrió a refugiarse en casa de su hermano
mediano. Pero el lobo sopló y sopló y la casita
de madera derribó.
Los
dos cerditos salieron pitando de allí.Casi sin
aliento, con el lobo pegado a sus talones,
llegaron a la casa del hermano mayor.
Los
tres se metieron dentro y cerraron bien todas las
puertas y ventanas. El lobo se puso a dar vueltas
a la casa, buscando algún sitio por el que
entrar.
Con
una escalera larguísima trepó hasta el tejado,
para colarse por la chimenea. Pero el cerdito
mayor puso al fuego una olla con agua.
El
lobo comilón descendió por el interior de la
chimenea, pero cayó sobre el agua hirviendo y se
escaldó.Escapó de allí dando unos terribles
aullidos que se oyeron en todo el bosque.