El pirata
malapata
Había una vez un
pirata que se llamaba malapata, siempre
tenía la peor de las patas y todos sus
planes le salían mal.
Pero un día se encontró una moneda de
la suerte y a partir de ese momento
deseó que todos sus planes le salieran
bien.
Esa moneda sólo le concedía tres deseos.
El primero ser rico, el segundo de oro y
el tercero recuperar su pierna que ahora
era de palo.
Y colorín colorado este cuento
malapatado se ha terminado.
Pablo Portillo
Diaz, 9 años, Vecindario, Gran Canaria
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El Dragon
Rosa
Erase
una vez un dragón rosa que tenia
hambre pero como era tan
bueno
Pero tenía hambre!, pensó
um!
¿Que podría hacer? Y dijo: Ya lo tengo.
Plantaré 1 planta.
La probó y le encantó. Asi nunca más
tuvo más problemas
con la comida.
Kiran Redondo
Serra. 7 años
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El
Caracol Jousep
Erase un
vez un caracol que por la noche siempre
iba a comer plantas.
Pero esas plantas le ponían nervioso y
siempre rompía cosas, hasta que un
día el alcalde dijo. !NO LO PUEDO
AGUANTAR MAS! vamos a pintar las
babas de un color y el caracol Jousep le
tocó el color azul y a la noche
siguiente descubrieron que era él y
entonces eliminaron esas plantas
y nunca más volvieron a tener problemas
Kiran Redondo
Serra. 7 años
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El niño
que no obedecia
Erase
una vez un niño que no obedecía a sus
padres y siempre se perdía.
Sus padres le advirtieron que no fuera al
bosque pero él como siempre no
les hizo caso y se perdió. Cuando se
había divertido mucho se dió cuenta
que se había perdido y entonces gritó,
!PAPA! !MAMA!. y se sentó en un árbol
y lloró y lloró. Admitió que se portó
mal. Entonces alguien le contestó.
Le dijo !Por fin lo has admitido!.
¿Quien ha dicho eso dijo el niño?.
He sido yo, he sido yo.
y quien eres tú?
Soy yooooooo el árbol.
Y tú como te llamas señor árbol?
Sooooy el árboool de laaa verdaaad.
Arbol de la verdad que nunca mientes,
¿me puedes decir donde están mis padres?
No te acuerdas que hoy os ibais a mudar?
AH! si. Pero que podré hacer para
encontrarlos?
Pues supongo que tendrás que viajar.
Bien veamos.... La mudanza era a Francia.
Pasó un día, andó y andó hasta que
cayó en las arenas de una playa y dijo
el niño:
¿Qué es eso que brilla en el suelo?.
Resultó que eran diamantes.
Por muy joven que sea ya era rico y por
los carteles que enseñaban de él, al
final
se diron cuenta sus padres y gracias a
los carteles pudo regresar con sus padres
y
les dijo: !PAPA! !MAMA! os prometo que de
ahora en adelante os obedeceré y
fué todo gracias al árbol de la verdad
Kiran Redondo
Serra. 7 años
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