Las
vidas de dos buenos amigos (ROBIN WILLIAMS y JOHN
TRAVOLTA) se ven trastornadas cuando,
inesperadamente, les cargan con el cuidado de
unos mellizos de siete años. Seguro que este
encargo va a estar lleno de risas y lágrimas,
pero nos preguntamos si estos nuevos guardianes
cometerán el pecado capital que suelen cometer
los padres: hacer que sus hijos se sientan
avergonzados de ellos. Hemos reunido una serie de
situaciones que un padre debe evitar cuando está
tratando de apuntarse un tanto a favor con sus
hijos. 1.Por regla general, a los niños
(especialmente los adolescentes) no les gusta que
sus amigos les vean con sus padres, y es peor aún
si llevas puesto un modelo que tienes desde hace
veinte años. Y, lo siento, pero no ayuda decir:
Este tipo de traje nunca pasa de moda.
Lo más probable es que el traje ajustado de
esquiar color turquesa que te has puesto ya no
mole.
2.Para
seguir, no montes un número sobre lo que llevan
puesto ni trates de arreglarles el pelo en público:
¡Queda de pena! Y sí, se supone que tiene que
estar revuelto.
3.Vale,
y ahora para llevarles al colegio. Por favor, no
aparezcas con nada de esto: con rulos en la
cabeza, con el chándal, pijamas, chalecos (para
los padres), pantalones súper cortos que marquen
todo (para las madres) o coches que den el
cantazo (prefieren ir en bici)
4.Y
hablando de esto, si vas a llevar a un amigo de
tus hijos a algún sitio es recomendable
sintonizar una cadena de radio popular o no poner
música. Ir bailando al ritmo de las melodías de
Elvis Presley o poner el musical Cats
a todo volumen no va a hacer que quedes bien. Déjalo
para cuando estés en casa
Solo.
5.Y,
delante de sus amigos, evita las despedidas
largas y emocionales. Sobre todo cuando estén
con su pareja. Lo único que
conseguirás es que lleguen a casa más tarde de
lo normal
¡ES UN HECHO!
6.
Sabemos que te parece que tus hijos están monísimos
vestidos todos igual: ¡No están
encantadores con esas blusas rosas!, oyes
decir a tus amigas. Confía en lo que te decimos:
en ese momento tus hijos van a quedar
traumatizados para toda la vida.
7.Además
están las delicadas situaciones de las reuniones
y fiestas familiares con alto consumo de alcohol.
En serio, haznos caso, el baile robot ya no está
de moda. Ni les gusta tampoco que empieces a
contar que nunca pensaste que se casarían
8.Ni
existe excusa alguna para que saques viejos álbumes
de fotos y te pongas a decir: ¡Mira que
guapo era de pequeño
!.
9.Sabemos
que es difícil verles marchar y que a veces los
animales domésticos se convierten en sus
sustitutos. Ahora bien, a tus hijos no les
interesa saber cuantas veces el perrito va al baño,
ni que hables a los animalitos como si fueran bebés
y especialmente que les cuentes a sus amigos que
la pequeña Kika es como el hijo / hija que nunca
tuviste. Y sí, de vez en cuando, a tus hijos
todavía les gusta que les prestes atención (da
igual la edad que tengan) y, preferiblemente, que
no tengan que compartirla con Kika...
10.Y
finalmente, si quieres hacer algo con ellos no se
te ocurra llevarles a un concurso de jotas. Un
par de entradas para el cine sería mucho mejor.
Y ya puestos, ¿Por qué no ir a ver la última
comedia de ROBIN WILLIAMS y JOHN TRAVOLTA DOS
CANGUROS MUY MADUROS? ¡Eso suena a diversión
asegurada!
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