Durante miles de años, los
hombres han recurrido a las palomas para
transportar mensajes en tiempos de
necesidad. En la II Guerra Mundial, las
palomas jugaron un papel crucial para las
fuerzas Aliadas entregando despachos
claves desde detrás de las líneas
enemigas. Durante una oscura y tormentosa
noche en el Canal de La Mancha, vemos a
tres miembros del Servicio Real de
Palomas Mensajeras (SRPM) en ruta para
entregar sus mensajes. Sin embargo,
cuando tienen a la vista los famosos
Acantilados Blancos de Dover, una sombra
negra cae con estrépito para detenerlas.