Un
joven andaba cazando saltamontes. Ya había
capturado un buen número cuando trató de tomar
a un escorpión equivocadamente.
Y el escorpión, mostrándole su ponzoña le dijo:
- Si me hubieras tocado, me hubieras perdido,
pero tú también a todos tus saltamontes.
Cuando
hayas hecho un capital con tu trabajo, cuida de
no perderlo por tratar de tomar lo que no debes.
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