Raptó
un milano a una culebra, elevándose por
los aires. La culebra se volvió y le
mordió, cayendo ambos desde lo alto a un
precipicio, y el milano murió. Dijo
entonces la culebra:
- ¡ Insensato ! ¿ Por qué has querido
hacer mal a quien no te lo
hacía ? En justicia has sido castigado
por haberme raptado sin razón.
Núnca
busques dañar a tu prójimo, no vaya a
ser que sin que lo notes, sea más fuerte
que tú, y te haga pagar tus injusticias.
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