Vivía
una rana felizmente en un pantano
profundo, alejado del camino, mientras su
vecina vivía muy orgullosa en una charca
al centro del camino.
La
del pantano le insistía a su amiga que
se fuera a vivir al lado de ella, alejada
del camino; que allí estaría mejor y
más segura.
Pero
no se dejó convencer, diciendo que le
era muy difícil abandonar una morada
donde ya estaba establecida y satisfecha.
Y
sucedió que un día pasó por el camino,
sobre la charca, un carretón, y aplastó
a la pobre rana que no quiso aceptar el
mudarse
Si
tienes la oportunidad de mejorar tu
posición, no la rechaces
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