La voz popular ha hecho de este
santo el patrón de los enamorados, posiblemente
porque durante estas fechas en los países
nórdicos los pájaros se aparean o porque,
según una tradición, en el tiempo en que vivió
san Valentín, en el cual la religión cristiana
estaba perseguida, él, a escondidas, casaba a
las parejas bajo el ritual de la Iglesia. Algunos
creen que es una fiesta cristianizada del
paganismo, ya que en la antigua Roma se realizaba
por este tiempo la adoración al dios del amor,
cuyo nombre era Eros y a quien muchos
simpáticamente le han pasado a llamar Cupido.
También, y hace muchos siglos, fue tradicional
en Inglaterra (se calcula que en los siglos XVII
y XVIII) la "fiesta de los valentines",
donde se elegían a hombres y a mujeres para
formar pareja. Sea como fuese, San Valentín casi
por sorpresa suya, es el patrón de todos los
enamorados y de todas aquellas personas que
quieren tener a una amiguita o a un amiguito para
que les acompañe no solamente en ir al cine, a
la discoteca o bien a cenar, sino también para
formar una familia "ser felices y comer
perdices".
San Valentín goza de mucha
popularidad sobre todo en los países de habla
inglesa: Estados Unidos y Gran Bretaña y
también en buena parte de todo el continente
europeo. Desgraciadamente, los grandes centros
comerciales aprovechan para hacer del 14 de
febrero (fecha de la onomástica del santo) un
gran dia de consumismo, al estilo de la Navidad,
y una semana antes de la fiesta ya anuncian todos
sus productos como si fuera el fin del mundo.
¿Pero... quien fue San Valentín?
La verdad es que hay muy poca cosa de él.
Sabemos que era un sacerdote que nació en Roma a
mediados del siglo III y que gozó de un gran
prestigio en aquella ciudad hasta el punto que el
emperador Claudio II lo invitó a su palacio para
mantener una conversación y conocer de esta
manera el porqué de su fama. Según la
tradición, Valentín aprovechó aquella ocasión
para hacer "propaganda" de la religión
cristiana y convencer al emperador para que
siguiera los pasos de Jesús. Aunque en un
principio Claudio II se sintió atraído por
aquella religión que los mismos romanos
perseguían, los soldados y el propio Gobernador
de Roma, Calpurnio, le obligaron a desistir y
organizaron una campaña en contra de nuestro
santo. Claudio no tuvo más remedio que hacer
marcha atrás y mandó a Calpurnio que lo
procesara. Pero aquella misión la llevaría a
cabo el lugarteniente del gobernador, Asterius.
Cuando fue llevado ante él, éste se mofó de la
religión cristiana y puso a prueba a Valentín.
Bajo un tono de burla, le preguntó si sería
capaz de devolver la vista a una hija suya que
era ciega de nacimiento. Valentín aceptó y en
nombre del Señor obró el prodigio. Asterius y
toda su familia se convirtieron al cristianismo,
pero Valentín no se salvó del martirio, ya que
temiendo una rebelión del ejército romano y de
los paganos, el emperador lo mandó ejecutar. Era
el año 270.
Los restos mortales de San
Valentín se conservan actualmente en la
Basílica de su mismo nombre que está situada en
la ciudad italiana de Terni. Cada 14 de febrero
se celebra en dicho templo, una acto de
compromiso por parte de diferentes parejas que
quieren unirse en matrimonio al año siguiente.
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