Al acabar la guerra
en 1918, Colebourn se pasó por el Zoo a
recogerla pero tras ver cómo la gente la
apreciaba por su docilidad decidió
dejarla allí. Volvería en varias
ocasiones a visitarla hasta que la osa
murió finalmente el 12 de mayo de 1934.
El capitán Colebourn continuó en
Canadá su carrera como veterinario hasta
su muerte en 1947. Por iniciativa del
hijo del militar, en 1992 se descubrió
en el Assiniboine Park Zoo de Winnipeg
una estatua representándolo de pie
cogiendo de las patas al cachorro. En
1995 un grupo de oficiales de la 34ª
Fort Garry Horse llevó al Zoo de Londres
una copia donada por el gobierno de
Manitoba.
Pero volvamos hacia
atrás. El niño Christopher Robin Milne
acompañó a unos vecinos, cuando tenía
cinco años, en su visita al Zoo y allí
conoció a Winnie, de la que se hizo
amigo hasta el punto de que los
cuidadores le dejaban pasar dentro del
recinto para jugar con ella. Se da la
Graciosa Circunstancia de que a la osa no
le gustaba la miel como al personaje sino
la leche condensada. Aquella primera
visita inspiró a su padre, A. A. Milne,
escritor, un poema. A.A.
Milne comenzó a escribir una serie de
libros acerca de Winnie pooh y de su hijo
Christopher Robin, y de sus amigos en el
100-Acre-Wood. Estos otros personajes,
tales como Eeyore, cochinillo, Tigger,
Kanga y Roo también fueron basados en
los animales que pertenecían a
Christopher robin, animales que vivieron,
como el cisne pooh, en los alrededores de
la granja de Cotchford en el bosque de
Ashdown, Sussex. El primer libro fue
publicado en 1926 por Methuen. Todos
estos libros fueron ilustrados de una
manera hermosa por E.H. Shepard, que hizo
los libros aún más mágicos y hacian
las delicias de jovenes y mayores. Los
Pooh-libros también habían sido
favoritos de las hijas de Walt Disney e
inspiró a Disney que trajera pooh en
1966. En 1977 se lanzo la primera
pelicula Las aventuras de Winnie
The Pooh.
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